jueves, 23 de abril de 2009

Carlos Lucas, bronce en Melbourne 1956: El medallista olvidado pega fuerte

Carlos Lucas tiene bien guardada en su casa de Villarrica la medalla de bronce que conquistó en Melbourne '56, como pugilista mediopesado. Fue uno de los tres boxeadores que volvieron con preseas desde Australia (Ramón Tapia ganó plata y Claudio Barrientos otro bronce), pero es el único que queda para contarlo.
Lucas, de 79 años y dueño de una panadería en el sur, dice sentirse un poco "olvidado y desaprovechado". Cuenta que esos Juegos Olímpicos y los de Roma '60, en los que también participó, "fueron las experiencias más bonitas de mi carrera de boxeador amateur, aunque fue sacrificado. A Melbourne llegamos solos, sin entrenador, y ni siquiera teníamos zapatillas para salir a trotar. A la vuelta, con las medallas, el recibimiento fue otro, muy bueno, pero el viaje fue larguísimo porque el avión sufrió un desperfecto y estuvimos como una semana en Hawai".

-¿Tiene idea de por qué decayó tanto el boxeo chileno?
"No hay buenos dirigentes y de ahí para abajo anda todo mal porque tampoco hay profesores. Cómo es posible que Martín Vargas esté enseñando si él no aprendió a boxear. Es penoso. Él enseña a pelear porque fue un peleador, no un boxeador. En mi tiempo, los que enseñaban eran Arturo Godoy o "Fernandito" (Antonio Fernández), por eso llegamos arriba".

-¿Cuándo comenzó el declive?
"El último boxeador de verdad que tuvo Chile fue Godfrey Stevens, hace ya 40 años. Después de Stevens no hubo otro, porque una cosa es saber boxear, manejar la técnica, y otra ser peleador como lo fue Martín Vargas. Ni él, ni Benedicto Villablanca fueron boxeadores de verdad, Cardenio Ulloa tenía más estilo, pero lo de Carlos Cruzat, por ejemplo, no fue más que un show ante rivales mediocres que le trajeron; él no fue un verdadero campeón mundial. En el ring era ver a una masa sin desplante ni movimiento alguno".

-¿Cómo se podría arreglar?
"Material humano hay, pero los niños no tienen quién les enseñe. Habría que traer profesores de afuera, en Chile ya no hay, pero lo primero es dignificar al boxeo desde la Federación, con gente que no esté por interés personal. A mí, incluso, me gustaría aportar".
"El último boxeador de verdad que tuvo Chile fue Godfrey Stevens, hace ya 40 años. Después no hubo otro", dice Carlos Lucas.

Sabado, 23 de Agosto de 2008
El Mercurio, Deportes

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