domingo, 9 de noviembre de 2008

Juanito Candia, legendario entrenador de boxeo


Hasta el último round

Alí, ‘Sugar’ Ray, Holyfield, Tyson o Lewis son nombres que están en la retina del mundo. Sus peleas son seguidas por millones de fanáticos mientras en nuestro país nos estamos acostumbrando a presenciar derrotas o peleas entre ‘paquetes’. A continuación el hombre que lucha para que este deporte no muera. ¡¡¡¡En esta esquina!!! Juan Candia.

Dieeez!!! grita Juanito a sus pupilos, señalando los segundos que faltan para finalizar el round de entrenamiento. Sus alumnos lanzan toda la artillería contra los sacos y pushing balls del precario patio del gimnasio Leme de Viña del Mar, donde entre respiraciones entrecortadas, sudor y cansancio, generaciones enteras de colegiales, universitarios, oficinistas y extranjeros han aprendido el arte del defenderse con los puños.Con 76 años de edad, es la versión chilensis de ‘Micky’, el entrenador de Rocky en la película de Stallone... si hasta se parece. Ñato y con un par de dientes menos, pudo haber sido arquero - ‘tuve mi minuto de gloria pese a mi tamaño en Wanderers’ - pero el cuento de los combos siempre le gustó. Nacido en Cauquenes, Juan Candia empieza a boxear en 1949, a los 19 años, inicio tardío para un púgil. ‘Debuté recién casado, con apenas una semana de entrenamiento y después de estar enfermo. Los apostadores daban mil a uno contra mía, gané por KO en el segundo round’. A los 15 años llega a Valparaíso. Tenía un íntimo amigo que era fanático del boxeo, un ex púgil, Agustín Vergara (QEPD, como casi todos los referentes de Juanito) que le dijo que tenía condiciones para el boxeo. ‘Fu e ahí cuando me metí a mis primeros campeonatos… claro que cometí el error de empezar con los veteranos siendo un novato sin experiencia, peleando en una categoría que no era la mía. Yo soy mosca (50 kilos) y combatía con gallos (54 kilos) por lo que pese a sacar buenos resultados, no brillé lo esperado’. El ñato Candia peleó por seis años en forma constante en distintos campeonatos que abundaban en el puerto de la época. En paralelo trabajaba en zapatería, ‘tenía un taller en la calle Clave pero vivía metido en el gimnasio, me encantaba entrenar y la vida se va haciendo en torno al gimnasio’. De hecho Juanito aún mantiene dos actividades, entrenando y vendiendo bolsones en un puesto de la caleta Portales, por lo que su rutina empieza inalterablemente a las seis de la mañana.

¿Que opinaban sus padres de su afición?

Adriana, mi madre, me llegó a decir un día que me daba el triple de lo que me daban por combate para que no peleara. En ese tiempo las pagas no eran malas… no se podía vivir de ellas, pero ayudaba bastante.Candia dejó de boxear a los 33 años, no tanto por la edad, porque ‘siempre fui ordenado – no fumo ni tomo – sino por que no podía dedicarme sólo al entrenamiento sino también a mi negocio’. En esos años debutaba como profesional, y en su peso no habían muchos luchadores, por lo que no compensaba económicamente el reducido número de combates. Al año, nuevamente volvería a los cuadriláteros, esta vez como técnico. ‘Un ex apoderado mío, me incentivó a enseñar, ya que mi mayor destreza en el ring era la planificación inteligente de mis peleas. Actualmente he hecho seis cursos de entrenador de boxeo a través de la Federación Nacional. El último curso lo dictó un cubano que anduvo capacitando con toda la experiencia amateur que tiene la isla. En éste último obtuve el cien por ciento de la calificación’.

Empezó como DT del club de barrio ‘Valparaíso Atlético’, luego de la selección d e Valparaíso y después regional. ‘Siempre iba con mis pupilos al Caupolicán con preliminares amateur, por lo que me conocían y sabían mis pergaminos’. Fue de esta forma que lo convocan para ser entrenador de la selección nacional amateur el año 1965, viajamos a Buenos Aires y sacamos muy buenos resultados, después vino la selección peruana y les ganamos dos veces’, dice con orgullo.

¿Cómo era la actividad pugilística en Chile?

Extraordinaria hasta los años setenta, había boxeo en los barrios, en las empresas, en las Universidades, con veladas todos los fines de semana. Valparaíso era una plaza muy interesante, con muy buenos exponentes.

¿Y qué hecho produce la debacle de este deporte?

Para mí, la televisión. Se empiezan a trasmitir peleas de múltiples títulos en Estados Unidos, que la gente podía ver en la comodidad de su casa. Eso alejó a la gente de las jornadas de boxeo. Los empresarios dejaron de poner plata en el boxeo local y de esa forma era imposible sostener la actividad. Los cabros preguntaban porque seguían interesados en pelear, pero no había con qué. El boxeo murió, y eso es a nivel mundial. Buenos Aires que era la mejor plaza latinoamericana, esta muerta para el boxeo. La Federación y las Asociaciones locales existen sólo nominalmente. Yo he intentado levantar el boxeo tres veces, pero ya veo que es imposible.

¿Cual ha sido su mejor pupilo?

Han sido muchos los buenos y seguro que se e escapan nombres, pero voy a hacer un resumen justo. Jorge Barcia, que murió el año pasado...Guillermo Velásquez extraordinario, campeón de Chile, campeón Sudamericano. Juanito y Sergio Villouta, Oscar Huerta, y ahí paro porque la lista sigue.

¿y el mejor púgil en la historia de Chile?

Lo más grande entre grandes, Antonio Fernández, ‘Fernandito’, nadie se ha comparado con él. Godfrey Stevens – que era una ma ravilla – no le llega ni a los talones. Fue a Estados Unidos y le pegó a los mejores, ¡y a los 32 años! Por algo le decían el eximio. Usaba un peinado con gomina, y al terminar sus peleas siempre quedaba igual, no se despeinaba.
¿Se encuentra satisfecho como para colgar los guantes?
Completamente satisfecho, pero tu me ves, aquí sigo sin colgar los guantes acogiendo a quienes quieran aprender. Todavía tengo esperanzas de ver nacer a una nueva estrella. Son muchos los que vienen para estar en forma y se enamoran un poco de este deporte, porque templa a la persona. Es triste ver como un deporte se extingue. Ahora hay mucho entusiasmo por otras artes marciales, pero este deporte, se ha quedado sin carbón parea fogonear, y creo que su carácter humilde – pese a que gran parte de los alumnos de Juanito son estudiantes de colegios particulares y universidades privadas - puede tener relación con el fin del boxeo competitivo nacional.

Renzo Dinali