viernes, 2 de mayo de 2008

Boxeo en Chile

Las peleas de box habrían comenzado en 1896 al interior del Círculo Coronel Urriola, centro social y deportivo de Valparaíso.

Cada noche, Juan Budinich, precursor de estos duelos en Chile y en Cuba, se reunía allí con los aficionados a intercambiar golpes. Las prácticas se transformaban en verdaderas batallas campales y terminaban en los alrededores del muelle, donde iban los perdedores en busca de revancha.

Otras versiones fijan los comienzos del boxeo alrededor de 1897. Con características más clandestinas eran las exclusivas peleas de los marineros de barcos cargueros ingleses, quienes por una paga modesta aceptaban ir a retos de exhibición en salas disimuladas a los ojos de la policía.

Budinich fue el primer chileno que se inició en el boxeo. Su primer sparring fue el famoso James Corbett, campeón en Estados Unidos. De vuelta a Chile, ganó fama en Valparaíso con sus lecciones y exhibiciones.

De Valparaíso a Santiago, el boxeo estaba a un paso. Quienes habían presenciado las peleas en el puerto, pronto hicieron lo posible para llevar la novedad a la capital. Así, en 1899, se fundó en Santiago el primer club. Estaba situado en el subterráneo del Hotel Melossi, cerca de la Estación Central y sus promotores fueron los hermanos Walker, el atleta Alfredo Betteley Melossi y el inglés Joe Daly, quien aportó sus conocimientos técnicos.

La presencia de los primeros profesores de boxeo fue fundamental en la difusión de este deporte. Aparte de Budinich, Daly y Perry, estuvieron Amadeo Pellegrini, instructor de lucha grecorromana y cultura física en la policía de Santiago, y el “Maestro” Concha, que enseñaba en la Cuarta Comisaría.

El progreso pugilístico de fines de 1910 también se debió al apoyo de benefactores de alta posición social, además de los profesores y empresarios del ring y otros aficionados que ayudaron a la difusión y organización del boxeo.

Nombres como Felipe Zúñiga y Benjamín Tallman fueron importantes en este sentido.

Entre apenas 1905 y 1910, desde el Frontón de Pelota de calle Arturo Prat con Alonso Ovalle (donde debutó Heriberto Rojas, primer campeón chileno), hasta el ring de la Pila del Ganso, los cuadriláteros se multiplicaron y enclavaron en no menos de quince puntos de la capital, entre pistas de circo, teatros y gimnasios.

El escenario más importante del boxeo santiaguino fue el Hippodrome Circo, que perteneció a la Cooperativa Vitalicia y estuvo en calle Artesanos esquina Avenida La Paz.